El nombre de Bigardo es un homenaje a Toro. Es una palabra aún utilizada en sus calles. Un bigardo es alguien grande, corpulento, “desmangado”, una persona con cierto aire rebelde y desobediente…
Bigardo es un vino de verdad, un vino de conciencia tranquila.
Sin complicaciones, con la tecnología justa: un mejedor, un montacargas y algunos depósitos de diferentes tipos. Las uvas vienen de Valdefinjas y los Llanos, dentro de la DO Toro. Viñedo propio, 20 años el más joven, registrado desde 1920 el más viejo. Intenso seguimiento de la maduración para ir descubriendo las diferentes expresiones de cada zona diferenciada en las distintas parcelas.
No es ecológico, no es biodinámico, no es crianza, reserva ni de pago, es lo que he considerado que debería ser, un vino lógico. Hecho desde el conocimiento y la experiencia que poco a poco voy adquiriendo, no hay más. Hecho para beber. Bebido para disfrutar… espero.
Bigardo 2015. Notas de Cata.
Visual: El color es más abierto de lo habitual en Toro, entre otras cosas debido a las cortas y tempranas maceraciones, junto con el uso del frío durante la vinificación. Rojo picota oscuro, tonos azulados de juventud. Limpio y brillante.
Olfativa: Buena intensidad. Aparecen aromas balsámicos que recuerdan pinares, cedros, regaliz. Fruta no sobremadura, mora, cassis, frambuesa, arándanos, ciruelas negras, guindas. Aromas frescos. Acompañamiento de la barrica, no muy evidente, con notas dulzonas y especiadas. El vino tiene recorrido y buena evolución en la copa.
Gustativa: El ataque es amable, glicérico. Vivo, con buena estructura que se deja sentir durante su paso por boca. Acidez y amargor que redondean el trago. Agradable retronasal que invita a un segundo sorbo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por participar en esta pagina